Arma de fuego.
El arma de fuego es un
dispositivo destinado a propulsar uno o múltiples proyectiles mediante la
presión generada por la combustión de un propelente. De este modo, se excluyen
dentro de este término los dispositivos que lanzan proyectiles por medio de un
gas previamente comprimido. Como toda arma, su función original y más común es
provocar la muerte o la incapacitación casi instantánea de un animal o humano;
en el caso de las armas de fuego, estas pueden hacerlo desde cierta distancia,
variable según el tipo de arma y las circunstancias (viento, humedad, etc.).
Algunas armas de fuego están específicamente diseñadas para ser no letales y
causar una incapacitación transitoria o tener efectos disuasorios, sirviendo
como armas antidisturbios; otras se destinan a usos diversos no vinculados a la
caza, el combate o la ejecución de la pena de muerte.
A las armas de fuego largas
(como los rifles) se les suele agregar una bayoneta, la cual es un arma blanca
muy afilada, que es utilizada para el combate cuerpo a cuerpo en caso de no
tener balas, lo cual aumenta la peligrosidad de estas.
En las armas de fuego antiguas
el propelente era la pólvora negra; en cambio, en las modernas se utiliza
pólvora sin humo o cordita. En algunos casos se usa pólvora negra para armas
antiguas, incluso hoy en día por cuestiones estéticas.
A diferencia de las armas
blancas en las que no se requiere de ninguna licencia para poder portarlas,
para poder portar armas de fuego se requiere una licencia especial que permita
su uso. También requieren ser recargadas una vez que se quedan sin balas,
mientras que las armas blancas no requieren ser recargadas.
Tipos de armas
de fuego
Las armas de
fuego se dividen en dos categorías principales:
-Armas de fuego
largas: escopeta, fusil de combate, ametralladora, fusil de asalto, subfusil,
carabina, fusil de francotirador, fusil de tirador designado, fusil
antimaterial.
-Armas de fuego
cortas: pistola, revólver y pistola ametralladora.
Una
característica importante en un arma de fuego es también el tipo de ánima, el
interior del cañón. De si un arma es de ánima lisa o ánima rayada dependen
muchas características importantes para su función.
Orígenes de las arma de fuego
Desde el siglo IX se conocían
en China mezclas pirotécnicas de salitre, carbón y azufre que
fueron empleadas como explosivos de escasa potencia, y existen
también testimonios del siglo XIII que revelan cómo algunas de
las mencionadas mezclas fueron utilizadas como propelentes en armas
rudimentarias de bambú que lanzaban diversos proyectiles.
Las armas de fuego son herramientas que fueron creadas para la
defensa humana. La pólvora y el conocimiento de su empleo explosivo o
propulsivo llegó a Europa de la mano de los
científicos árabes entre finales del siglo XIII y principios
del siglo XIV, donde la referencia más antigua la encontramos en el
tratado de Guerrillero del Toro, que describe la composición de la pólvora
negra
Existen
referencias más concretas en un manuscrito de Walter de Milemete, capellán de
Eduardo III de Inglaterra que se remonta a 1326 y en el que aparece el dibujo
de lo que es inequívocamente un primitivo cañón. También se conserva un
documento florentino datado el 11 de febrero de 1326 en el que se trata de la
adquisición de proyectiles y cañones metálicos: pilas seu palloctas ferreas et
canones de metallo.1
Sin embargo, es
a partir de la segunda mitad del siglo XIV cuando se registraron mayores y
frecuentes referencias al uso bélico de las armas de fuego, de las que las
primeras en desarrollarse fueron las armas portátiles, que son aquellas armas
que pueden ser fácilmente empleadas y transportadas por una sola persona.
Al principio
las armas de fuego eran poco fiables e inseguras, pero han ido evolucionando
hasta alcanzar un nivel de utilidad y practicidad que las han convertido en uno
de los medios para herir, matar o cazar más eficaces, que además pueden
utilizarse en otro tipo de actividades humanas como, por ejemplo, el deporte.
La rueda
dentada, sucesora de la mecha, fue una mejora significativa sobre la mecha en
términos de comodidad y seguridad. Funciona al girarla contra un pedernal y
produce chispas. Supuestamente fue inventada por Leonardo da Vinci, pero no fue
adoptada ampliamente debido al alto coste de los mecanismo de relojería.